Maite Jiménez Chaparro 1ºBach. B
La redacción propuesta por el profesor es escribir sobre cómo sería mi vida siendo un
hombre. Al pensar un poco más a fondo sobre este tema he decidido darle una
vuelta de tuerca.
Al principio he pensado de verdad en cómo sería mi
vida si fuese un chico. Me la he imaginado totalmente diferente a como es
ahora: tendría el pelo corto, me gustaría hacer deporte y la música que los
chicos escuchan hoy en día, que suele ser rap, generalizando mucho, claro. Pero
más tarde me pregunté por qué me imaginaba mi vida tan diferente. Lo que he
descrito es todo lo contrario a lo que soy yo, me explico: tengo el pelo
bastante largo y me gusta así, no me gusta nada hacer deporte y el rap no es precisamente mi género de
música favorito. Si yo soy así, ¿por qué al cambiar de sexo me imagino tan
diferente? Técnicamente lo único que cambia es mi aparato reproductor junto con
todas las diferencias físicas que esto conlleva, pero mi personalidad y mis
gustos no deberían de hacerlo.
Reflexionando un poco sobre este tema he llegado a la
conclusión de que generalmente nuestros gustos están condicionados por nuestro
sexo nada más nacer. Si el bebé es niño cómprale un pijama azul y un camión de
juguete, si es una niña cómprale un vestido rosa y una muñeca ¿Por qué no puede
ser al revés? ¿Por qué damos por hecho esta especie de "regla no
escrita"? Y esto lo podemos ver en cada catálogo de juguetes y como se
divide en dos partes, la zona rosa está llena de muñecos, maquillaje, e incluso
objetos de limpieza y ponen de ejemplo a niñas jugando y en la zona de azul con
muñecos de guerra, artilugios científicos de juguete y coches ponen a niños
jugándolo. Yo pienso en mi infancia, y en lo que llevo de adolescencia y tal
vez todos mis gustos y mis aficiones se hayan visto condicionados por esto.
Físicamente también estamos condicionados por nuestro sexo.
Hoy en día es totalmente normal ver a una mujer con pantalones, sin embargo si
vemos a un hombre con falda nos causaría asombro y a lo mejor nos parece hasta
gracioso. Muchos incluso asumirían que es transexual y que en realidad él se
identifica con el género femenino. En mi opinión simplemente por llevar una
prenda de ropa no está negándose a su “masculinidad”